endodoncia

Todo sobre las endodoncias en Toledo

A veces cuando vamos al dentista, y más habitualmente cuando vamos porque nos duele algo, el dentista nos dice que tenemos que hacer un tratamiento de endodoncia. Pero seguramente cuando nos dice esto no sabemos en qué se basa este tratamiento, o quizás lo resumimos con la frase coloquial «matar el nervio».

Si tuviéramos que utilizar algunas palabras para definir la endodoncia, la mejor definición, aunque sea muy genérica, es «tratamiento de los conductos del diente». Los dientes están unidos al hueso por medio de la raíz, esta raíz tiene un canal por el que pasan la arteria, la vena y el nervio del diente. Dependiendo de si es un incisivo, un canino, un premolar o un molar, tiene más o menos raíces y en consecuencia más o menos nervios.

¿CUÁNDO Y CÓMO SE REALIZA UN TRATAMIENTO DE ENDODONCIA?

Cuando aparece un dolor de muelas típico del dolor pulpar, el nervio del diente, a veces esta situación es irreversible y por lo tanto hay que realizar un tratamiento de endodoncia. En este caso el procedimiento es el siguiente. Tenemos que crear un acceso al nervio, localizarlo, medirlo en longitud, ya que la longitud varía de una persona a otra, eliminarlo y finalmente sellar estos conductos para que queden estancos.

Otra situación es cuando superamos el dolor pulpar y el dolor desaparece durante un tiempo, periodo en el que creemos que todo ha pasado, pero lo que realmente ha ocurrido es que el nervio ha muerto por sí solo debido a la agresión externa, esto produce necrosis del nervio. La consecuencia es que los tejidos necrosados en el cuerpo humano acaban infectándose, lo que al final produce, en el caso de la boca, un flemón.

En este caso, la endodoncia no consiste en «matar el nervio», ya que éste ya está muerto, se trata de limpiar los conductos de los restos del nervio y de la infección. Esta situación requiere una limpieza muy profunda de los canales. Al final del proceso, los canales se rellenan de la misma manera que en la situación anterior.

En definitiva, se trata de limpiar los conductos del diente y luego rellenarlos para que todo quede sellado.

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