Cuidados y mantenimiento de las carillas dentales
Tener un correcto mantenimiento de las carillas dentales es crucial para alargar su vida y mejorar la salud bucodental. Cuando los odontólogos colocan las carillas, recomiendan que se tomen una serie de medidas preventivas para protegerlas de posibles daños. Principalmente lo que hay que hacer es prestar más atención a los hábitos de higiene dental porque si se cuidan adecuadamente, las carillas de porcelana, por ejemplo, pueden durar casi 10 años.
Los hábitos alimenticios y el estilo de vida en general pueden ser responsables de la decoloración del color de sus carillas, así que hay que tener cuidado con ciertos alimentos que podrían provocar manchas.
No existe una regla estricta y rápida para el mantenimiento de las carillas, siendo recomendable revisarlas al menos cada 6 meses. El estado de las carillas tiene mucho que ver con la higiene bucodental y los hábitos de vida. Simples cambios, como elegir una pasta de dientes menos abrasiva o invertir en un cepillo de dientes de cerdas suaves, pueden ser muy útiles.
Si el cepillado de dientes, el uso de hilo dental y los controles y revisiones dentales regulares con su dentista son parte de la rutina habitual, el mantenimiento de las carillas no será tan difícil.
Tipos de carillas y duración con un mantenimiento adecuado
Las dos variedades de carillas más populares son las de porcelana y las de resina compuesta o composite. Ambos tipos de carillas tienen funciones similares pero diferentes niveles de durabilidad.
Generalmente, las carillas dentales de porcelana pueden durar al menos de 5 a 10 años si se cuidan adecuadamente. Las carillas de composite también llegan a durar al menos 5 años si se sigue un plan de higiene dental constante.
Cómo alargar la duración de las carillas dentales
Una vez colocadas las carillas, el cuidado y mantenimiento posterior dependen totalmente de uno mismo. Los hábitos diarios de higiene bucal y la elección de ciertos alimentos pueden tener efectos drásticos en la longevidad de las carillas. Para conseguir que las carillas tengan una vida larga y saludable, es importante:
Tener una buena higiene bucodental
Después de colocar las carillas, se debe tener un especial cuidado y precaución. Los odontólogos desaconsejan el uso excesivo de tabaco, los alimentos oscuros, las bebidas que provocan manchas como el té o el café, vino tinto y bebidas de cola azucaradas.
Tras consumir estos alimentos o bebidas es conveniente cepillarse los dientes y usar hilo dental para disminuir la acumulación de bacterias y evitar que las carillas se manchen y se decoloren.
Decir no a los alimentos duros o pegajosos
Una de las primeras cosas que hay que hacer después de colocarse las carillas es evitar tomar alimentos demasiado duros o pegajosos. Estos provocan que las carillas sufran daños sustanciales, como fracturas o roturas. Son, por ejemplo, hielo, frutas y verduras crudas, carne dura, dulces, etc.
Masticar alimentos duros o pegajosos podría causar el descementado de la carilla, su fractura o cualquier otro problema estético. También pueden provocar la irritación de las encías y su recesión, siendo un problema para las carillas.
Evitar los alimentos y bebidas que provocan manchas
Los alimentos y bebidas que provocan manchas también son malos para las carillas. El vino tinto puede causar manchas notables en las carillas y en los dientes naturales que a veces resultan difíciles de eliminar. El té y el café también afectan a las carillas pudiendo causar manchas persistentes.
Otros alimentos que también pueden provocar que las carillas se manchen son las zanahorias, la remolacha, los cítricos, etc. Lo mejor es limitar su consumo, ayudando a aumentar la vida útil de las carillas.
Realizar cepillado de dientes y enjuague regular
Los hábitos constantes de higiene bucodental pueden ser de gran ayuda para el mantenimiento de las carillas. Idealmente, el cepillado de los dientes debe realizarse con un cepillo de cerdas suaves después de cada comida, especialmente si se comen alimentos azucarados. Si por lo que sea el cepillado no es posible, hay que intentar enjuagarse la boca después de la comida para minimizar la acumulación de bacterias.
Enjuagarse la boca con enjuague bucal también ayuda a refrescar y limpiar la boca después de una comida. Es la forma más simple pero efectiva de maximizar la vida útil de las carillas. Es importante mantener una buena higiene oral para evitar que se filtre comida entre las carillas que podría provocar un mal olor, y en consecuencia caries o problemas en el diente.
Usar un protector bucal o férula de descarga
Proteger las carillas también incluye usar un protector bucal, ya sea realizando cualquier tipo de actividad física como para dormir. Estos pueden evitar que las carillas y los dientes naturales sufran accidentes o lesiones que se produzcan durante ciertos movimientos mientras se practican sobre todo deportes de contacto.
Los protectores bucales también son útiles si se rechinan los dientes durante la noche, hábito también conocido como bruxismo. Este hábito puede ejercer mucha fuerza sobre tus dientes y las carillas, pudiendo llegar a provocar fracturas y roturas.
Cambiar el cepillo de dientes cada 3 meses
Las carillas son propensas a las manchas y a la aparición de líneas superficiales si no se cuidan con los productos adecuados. Las carillas de porcelana tienen una superficie sensible y un cepillado brusco puede causar grietas. Un cepillo de dientes de cerdas suaves es la mejor opción y ayudará a proteger la superficie de las carillas. Además también protegen las encías que rodean los dientes revestidos.
No consumir productos dentales abrasivos
Dado que la superficie de la carilla es bastante sensible, se debe tener cuidado para garantizar su longevidad. Es importante evitar el uso de productos dentales abrasivos como la pasta de dientes con demasiado bicarbonato que puede causar manchas y líneas, y que las carillas se desgasten mucho más rápido.
El bicarbonato seca la porcelana provocando que las carillas se vean opacas y descoloridas. Es importante saber que las carillas dentales no se pueden blanquear por lo que es importante no utilizar productos de blanqueamiento sobre ellas, ya que lo que provocarán es que estas se deterioren.
Evitar el tabaco
Fumar es un mal hábito que puede opacar el color y acelerar el proceso de oxidación de las carillas. Provoca que las carillas sean más débiles con el tiempo y más propensas a las grietas y a la recesión de las encías.
El mantenimiento y conservación de las carillas no requiere de procedimientos costosos e invasivos. Todo lo que se necesita hacer es estar atento a la salud bucal y a los hábitos de estilo de vida. Dicho esto, existen algunos procedimientos simples disponibles para limpiar las carillas en la clínica dental, incluyendo principalmente la limpieza dental profesional.
El mantenimiento de las carillas depende en gran medida del tipo de material del que están hechas. Los materiales totalmente cerámicos, como el disilicato de litio, el zirconio o la porcelana simple, no necesitan muchos procedimientos de mantenimiento posterior. Si por el contrario hablamos de carillas de composite, es posible que sí necesiten más cuidados posteriores.
La salud y la vida útil de las carillas dependen de la salud bucodental y estilo de vida en general. Si los dientes se cepillan y se usa hilo dental de manera regular, hay menos posibilidades de futuras complicaciones con las carillas. Sin el cuidado adecuado, las carillas podrían desgastarse más rápido.