Qué significa dentera

En este post tratamos sobre la “dentera”, esa sensación muy relacionada con la sensibilidad dental.

Definición de dentera

Literalmente, la dentera es un hormigueo o sensación desagradable en los dientes y en las encías que se produce especialmente al:

  • Comer sustancias ácidas
  • Oír sonidos chirriantes
  • Tocar ciertos materiales

A muchas personas, acciones como el chirrido de una tiza en la pizarra, la fricción del poliespán, o morder papel les producen grima o dentera.

La dentera o grima, se debería considerar una emoción propia. Es una sensación desagradable, que genera escalofríos y repulsión.  La sensación provocada por este sonido y sonidos similares, como un cuchillo raspando un plato, se puede considerar similar pero no igual al asco.

Se sabe que estos sonidos o ruidos desagradables que provocan una respuesta emocional desencadenan respuestas de lucha o huida como un mecanismo de autodefensa del cuerpo.

¿Cuál es la causa de la dentera?

No existe ninguna explicación consistente que aclare su procedencia biológica. Es evidente que es nuestro sistema nervioso vegetativo, el cual gestiona funciones de manera autónoma como la respiración, la circulación o la digestión, el que regula este acto reflejo o reacción innata.

La dentera, al estar gestionada por nuestro sistema nervioso autónomo, no podemos dejar de sentirla. Lo único que podemos hacer para no provocarla, es evitar las situaciones que la desencadenan.

Existen algunas investigaciones que coinciden en que el ruido que desencadena la grima o dentera tiene la misma frecuencia que el llanto de un bebé y que un grito humano, lo que indica que estos sonidos están ligados a la supervivencia.

Una explicación a esta reacción adversa es que el sonido irritante que desencadena la dentera o grima, es similar a la llamada de advertencia, en tiempos prehistóricos, de un primate. El hombre desciende de primates y por ello, reacciones reminiscentes como la dentera aún nos quedan. Una señal o sonido agudo es la forma más simple y efectiva de prepararse para un posible peligro. El cuerpo se prepara aumentando las pulsaciones, tensando los músculos y activando los cinco sentidos para estar alerta.

Se han realizado estudios donde a los participantes se les reproducían sonidos irritantes y se monitoreaban ciertos indicadores de estrés, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la conductividad eléctrica de la piel. Con estos estudios se ha descubierto que los sonidos ofensivos desencadenan mecanismos de alerta muy básicos, pudiendo acelerar la frecuencia cardíaca y cambiando significativamente la conductividad de la piel, poniéndose la piel de gallina. Esto demuestra que realmente causan una reacción de estrés físico medible.

Otros estudios demuestran que es lo que sucede en el cerebro cuando escuchamos sonidos chirriantes. Los resultados sugieren que el sonido de una uña raspando una pizarra desencadena un aumento en la comunicación entre una región del cerebro involucrada en la audición y la región del cerebro involucrada en las emociones. En estos estudios se realizaron resonancias magnéticas funcionales para examinar cómo respondían los cerebros de los participantes a los sonidos. Al escuchar un sonido desagradable, se descubrió que se producía una interacción entre la corteza auditiva, que procesa el sonido, y la amígdala, que procesa las emociones negativas.

Parece ser que la reacción que se activa es muy primitiva como una posible señal de angustia. Además, cuanto más adverso sea el sonido, mayor será la actividad entre estas dos regiones del cerebro.

El mal olor de los dientes: caries, endodoncias y más

El mal aliento, clínicamente llamado halitosis, puede ser el resultado de malos hábitos de salud bucodental o puede ser un signo de otros problemas de salud. El mal aliento también puede empeorar por los tipos de alimentos que se comen y por otros hábitos de estilo de vida poco saludables.

Posibles causas del mal olor de los dientes

Alimentación

Básicamente, toda la comida ingerida comienza a descomponerse en la boca. Además, los alimentos se absorben en el torrente sanguíneo y se trasladan a los pulmones, lo que afecta el aire que exhalamos. Si se comen alimentos con olores fuertes como el ajo o la cebolla, el cepillado y el uso de hilo dental, incluso el enjuague bucal, simplemente encubren el olor temporalmente. El olor no desaparecerá por completo hasta que los alimentos hayan digerido completamente.

Acumulación de bacterias y déficit de higiene bucodental

El no tener unos buenos hábitos de higiene bucodental también puede generar mal aliento. Si no se realiza el cepillado de los dientes ni se usa hilo dental todos los días, las partículas de comida pueden permanecer en la boca, lo que promueve el crecimiento bacteriano entre los dientes, alrededor de las encías y en la lengua. Esto provoca mal aliento.

Gingivitis y periodontitis

La inflamación de las encías, gingivitis, por una mala higiene dental también puede causar mal aliento.

Además, las bacterias que causan el mal olor y las partículas de alimentos pueden causar mal aliento si las dentaduras postizas no se limpian adecuadamente.

El mal olor persistente o el mal sabor de boca pueden ser una señal de advertencia de enfermedad de las encías, enfermedad periodontal. La enfermedad de las encías es causada por la acumulación de placa bacteriana en los dientes. Las bacterias hacen que se formen toxinas, que irritan las encías. Si la enfermedad de las encías no se trata, puede dañar las encías y el hueso de manera irreversible.

Xerostomía

La condición médica boca seca, denominada xerostomía, también puede causar mal aliento. La saliva es necesaria para humedecer la boca, neutralizar los ácidos producidos por la placa y eliminar las células muertas que se acumulan en la lengua, las encías y las mejillas. Si no se eliminan, estas células se descomponen y pueden causar mal aliento. La boca seca puede ser un efecto secundario de la ingesta de ciertos medicamentos, de problemas de las glándulas salivales o de la respiración continua por la boca. De hecho, el aliento matutino es peor para las personas que duermen con la boca abierta.

Tabaco

Fumar o masticar productos a base de tabaco también puede causar mal aliento, manchar los dientes, reducir la capacidad para saborear los alimentos e irritar las encías.

Otras causas dentales del mal aliento

Incluyen:

  • prótesis dentales mal ajustadas,
  • infecciones por hongos en la boca
  • presencia de caries

Muchas otras enfermedades y dolencias pueden causar mal aliento, entre ellas alergias estacionales, infecciones del tracto respiratorio como neumonía o bronquitis, infecciones sinusales a largo plazo, goteo nasal, diabetes, reflujo ácido crónico, problemas gastrointestinales, infección pulmonar crónica y problemas hepáticos o renales.

¿Cómo combatir el mal aliento?

El mal aliento puede reducirse o prevenirse practicando una buena higiene bucal:

  • El cepillado dos veces al día con pasta dental con flúor ayuda a eliminar los restos de comida y la placa.
  • Hay que cepillarse los dientes después de comer.
  • No hay que olvidar cepillar la lengua también o usar un raspador de lengua. Las bacterias en la lengua pueden contribuir al mal aliento.
  • Si no hay posibilidad de cepillarse los dientes después de una comida, conviene enjuagarse bien la boca con agua para al menos eliminar la mayor cantidad de restos alimenticios.
  • Reemplazar el cepillo de dientes cada 2 a 3 meses o después de una enfermedad.
  • Usar hilo dental o un limpiador interdental para eliminar las partículas de comida y la placa entre los dientes.
  • Usar un enjuague bucal antibacteriano por lo menos dos veces al día. El enjuague bucal antiséptico puede ayudar a matar las bacterias que causan el mal aliento y la placa que puede provocar gingivitis, una forma temprana y leve de enfermedad de las encías.
  • Las dentaduras postizas deben retirarse después de cada comida y limpiarse a fondo antes de colocarlas en la boca de nuevo.
  • Es importante también limpiar los aparatos ortopédicos y los retenedores de ortodoncia según las indicaciones del ortodoncista.
  • Visitar al dentista con regularidad, al menos dos veces al año. Tras un examen oral y una limpieza dental profesional podrá encontrar y tratar la enfermedad periodontal, la boca seca u otros problemas que pueden ser la causa del mal aliento.
  • Dejar de fumar y masticar productos a base de tabaco.
  • Beber mucha agua. Esto mantendrá la boca húmeda. Masticar chicle sin azúcar o chupar caramelos sin azúcar también estimula la producción de saliva, lo que ayuda a eliminar las partículas de alimentos y las bacterias.
  • Comer más frutas y verduras. Las manzanas, las zanahorias, el apio y otras frutas y verduras duras ayudan a eliminar la placa que causa el mal olor y las partículas de comida de la boca.

En la mayoría de los casos, es el odontólogo el que puede tratar la causa del mal aliento.

Si el dentista determina que la boca está sana y el olor no es de origen oral, es posible que remita al médico de cabecera o a un especialista para determinar la fuente del olor y el plan de tratamiento.

Tres problemas en tu salud dental originados por el tabaco

Fumar es una de las mayores amenazas para nuestra cavidad oral. Las consecuencias derivadas de este mal hábito son numerosas, pero en este nuevo artículo de Clínica Dental Equipo Asensio Aguado queremos detenernos en tres problemas en tu salud dental originados por el tabaco.

Dejar de fumar es una de las primeras recomendaciones que realizamos a los pacientes que vienen a nuestras consultas. El tabaco y una buena salud bucodental son incompatibles, pero los efectos de este vicio se extienden más allá de nuestra boca, generando trastornos en nuestra salud general. Si quieres dejar de fumar, no dudes en preguntarnos. Los dentistas somos especialistas que podemos ayudarte con el tabaquismo.

Melanosis del fumador

 

Se trata de una patología que afecta al 30% de los fumadores y se presenta de manera asintomática sin signos de dolor o molestia. No es maligna, pero es uno de los síntomas comunes al cáncer oral. La nicotina presente en el tabaco provoca un cambio en la pigmentación bucal. Es totalmente reversible con una solución sencilla: dejar de fumar. 

Peor cicatrización de las heridas

 

El tabaco repercute de forma negativa en la oxigenación de los tejidos, un hecho que retrasa o dificulta la cicatrización de las heridas de nuestra cavidad oral y favorece las infecciones. Este problema está asociado a algunas sustancias incluidas en el tabaco como son la nicotina y el monóxido de carbono.

Alteraciones en la saliva

 

No solo el gusto y el olfato sufren las consecuencias del tabaco. La producción de saliva también se reduce. El problema de esta alteración es que facilita que las partículas de los alimentos y bebidas permanezcan en nuestra boca, generando un ecosistema ideal para la proliferación de bacterias, que desencadenará en problemas bucodentales más graves.

En Clínica Dental Equipo Asensio Aguado hemos querido poner el foco en estos tres problemas en tu salud dental originados por el tabaco. Te recomendamos que abandones este hábito insano y, sobre todo, que no te olvides de acudir a tus revisiones dentales. De esta manera, conseguirás tener una buena salud bucodental para proteger tu salud general.

Qué es el torus mandibular y cuál es su tratamiento

El torus mandibular es un concepto relacionado con la salud bucodental que no todo el mundo conoce, de hecho, muchos no han oído hablar siquiera de él, ya que es un tanto desconocido. Hay que decir que normalmente resultan inocuos y no suponen ningún peligro para el paciente, aunque en determinados casos sí que hay que tratarlos.

En este post te explicaremos los dos tipos de torus que pueden aparecer: el torus mandibular y el torus maxilar, hablaremos de las causas que los provocan y los posibles tratamientos en caso de que alguno de ellos adquiera dimensiones importantes.

¿Qué es el torus mandibular?

El torus es una protuberancia del hueso que tiene forma nodular o redondeada y se suele formar en la mandíbula o en el paladar, siendo estos últimos más frecuentes que los mandibulares. Un aspecto importante a destacar es que no aparecen síntomas relacionados con estas protuberancias, suelen aparecer a partir de los 20 años y con el paso de los años van aumentando de tamaño de manera lenta.

Los torus pueden aparecer en la zona del paladar, el llamado torus maxilar, o en la parte inferior de la boca, llamado torus mandibular. Los torus se desarrollan en la zona interna de la boca, por lo que no se aprecian fácilmente y tampoco se ven cuando la persona sonríe.

En la mayoría de los casos, el torus aparece en la zona de los caninos y molares, aunque también pueden crecer en las zonas adyacentes a los incisivos.

Torus maxilar

Aparece en la línea media del paladar duro. Se trata de protuberancias de tamaños variables. No suele haber síntomas aunque es posible que se produzcan ulceraciones en la mucosa como consecuencia de microtraumatismos, ya que está situado en una zona muy expuesta.

Si el torus aparece en la zona superior, lo normal es que se ubique en el centro del cielo de la boca. La forma y el tamaño pueden variar, aunque lo más habitual es que su forma sea la de una línea que atraviesa el paladar.

Torus mandibular

Este tipo de torus aparece habitualmente con más frecuencia en la cara lingual de la mandíbula, suelen ser bilaterales y surgen sobre todo en la zona de los premolares. En ocasiones pueden ser muy voluminosos. El desarrollo óseo en la parte inferior puede presentar distintos tamaños y formas, a menudo asimétricas. A veces, puede presentar protuberancias de pequeños tamaños repartidas por toda la mucosa.

Otra ubicación donde pueden aparecer protuberancias óseas con formas redondeadas, ovales o nodulares es en la zona externa de los maxilares. En estos casos, se llaman exóstosis múltiples y la encía que los recubre puede ser un poco más pálida. En principio, estas protuberancias suelen ser pequeñas, aunque en ocasiones, pueden crecer e influir negativamente en la estética del paciente.

¿El torus supone un peligro para el paciente?

El torus no se puede englobar dentro de las patologías propias de la cavidad bucodental, por tanto no supone ningún peligro para el paciente. Además, tampoco presentan ningún tipo de sintomatología. Aunque, en el caso de que alcancen tamaños importantes pueden producir algún tipo de problema:

  • Alteraciones en la estética.
  • Dificultades para mantener una higiene bucodental óptima, ya que se acumulan restos de alimentos.
  • Microtraumatismos que pueden producir ulceraciones.
  • Problemas a la hora de pronunciar correctamente.
  • Desajustes en las prótesis removibles que pueda llevar el paciente.

En los casos que el profesional considere que el paciente tiene un perjuicio importante por el torus puede decidir extraerlo. En este caso se realizará una intervención quirúrgica con anestesia local en la que se podrá rebajar con una lima o cortar con una fresa.

¿Por qué aparecen los torus?

Estas son las principales causas de aparición de los torus:

Problemas en la ATM (Articulación temporomandibular)

Cuando aparecen anomalías o complicaciones en el desarrollo de la ATM pueden afectar a la apertura de la cavidad oral y también al hueso, de ahí que en algunos casos, cuando esta articulación se forma de una manera incorrecta puede causar el crecimiento de un torus mandibular.

Mediante un golpe o traumatismo

En el caso de recibir un fuerte impacto o un traumatismo en la boca, la estructura ósea puede comenzar a hipertrofiarse y propiciar la aparición de un torus.

Por bruxismo y estrés

El torus mandibular tiene una relación muy estrecha con el bruxismo, ya que cuando se aprietan los dientes durante mucho tiempo, se provoca un mayor crecimiento del hueso y, por tanto, la aparición de las protuberancias del torus. Las personas con un elevado nivel de estrés y que padecen bruxismo suelen sufrir la aparición de torus con un desarrollo considerable.

Como vemos, el torus lingual tiene distintas formas de manifestarse y no está de más que un profesional examine las protuberancias para determinar si es necesario tratarlas o no. En la Clínica Dental Equipo Asensio Aguado ponemos a tu disposición la última tecnología y los mejores profesionales para tratar cualquier tipo de dolencia bucodental. Pide cita en la mejor clínica dental en Toledo y te atenderemos como te mereces. ¡Te esperamos!